Recorrer la Sierra de Albarracin, en Teruel, es en cierta forma hacer un viaje en el tiempo. Y no solo porque su estilo de vida rural y tranquilo se ha conservado hasta hoy. 

Nuestros antepasados prehistóricos ya se dieron cuenta del valor de esta sierra. Así lo prueban las pinturas rupestres que se encuentran en el Parque Cultural de Albarracín. Las personas aficionadas a la historia tienen mucho más en lo que recrearse en los pueblos de la Sierra de Albarracin. 

El turismo arquitectónico y cultural es una de las principales actividades en Albarracin. Los romanos también se instalaron aquí y dejaron como legado un acueducto excavado en la roca. Más tarde los árabes se asentaron en la zona. De hecho, el nombre de la región se lo dio la tribu de los Ibn-Racin, que se independizó del Califato de Córdoba. 

Albarracín puede decir con orgullo que durante casi un siglo fue un reino taifa independiente. En 1170 Albarracín se convierte en un Señorío Independiente. En 1300 pasa a ser parte de Aragón después de haber sido conquistada en 1285. Este pasado de luchas y batallas se refleja todavía hoy en las murallas del pueblo de Albarracín.